Los superhongos suponen una amenaza para la salud mundial. El periódico El Mundo publicó un artículo el pasado 7 de septiembre sobre ellos. En él, incide en que la expansión por los quirófanos de todo el mundo del superhongo resistente Candida auris es un nuevo quebradero de cabeza para los científicos por su elevada mortalidad.
Por lo tanto, el diagnóstico de los hongos Candida auris se va a convertir en una pieza clave en los próximos años en los laboratorios de microbiología de todo el mundo. Ya se desarrollaron kits utilizando pruebas moleculares, primero para detectar los virus, más tarde para las bacterias y en breve se realizará para detectar los hongos.
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Familias de hongos
Estas son las cuatro grandes familias de hongos:
- Cryptococcus
- Pneumocystis
- Aspergillus
- Candida
Cada una de ellas causan cientos de miles de muertes al año, hasta un total de 1,6 millones en todo el mundo, según cifras del Fondo de Acción Global para las Infecciones Fúngicas (GAFFI). Son casi tantas como la tuberculosis, la infección bacteriana más letal en la actualidad.
El futuro de la lucha contra estos superhongos
La aparición de nuevas cepas, resistentes a uno o varios fármacos antifúngicos, complica aún más el futuro de la lucha contra estas enfermedades. Cuando nuestras defensas bajan los hongos tienen oportunidad de replicarse, diseminarse por el organismo e invadir nuestros órganos.
Las infecciones fúngicas son, en cierta manera,las enfermedades de los enfermos, por eso es habitual que los brotes ocurran en centros médicos. “La mayoría son oportunistas, afectan a pacientes que ya tienen algún factor de riesgo, principalmente defectos en el sistema inmune”, destaca dicho artículo.
¿A qué puede deberse esta súper resistencia?
Según el autor del artículo: “Tal vez el misterio que rodea C. auris esté relacionado con lo poco que se conoce sobre su origen y propagación, dos elementos que actualmente son objeto de una intensa investigación.”
Catéteres, termómetros y otros elementos del material sanitario han sido señalados en diferentes artículos científicos como posibles vectores de contagio, una vez estallan los brotes.
Tampoco está clara su procedencia, aunque los científicos coinciden en señalar que la utilización excesiva de fármacos y fungicidas en el ámbito sanitario y agroalimentario ha favorecido su desarrollo. También, dicen, el comercio global ha favorecido su expansión territorial.
“Las moléculas de algunos de los fungicidas son muy similares a las utilizadas para tratar a los pacientes, por lo tanto, para mantener su eficacia es importante evitar su dispersión por todo el medio ambiente”, explica Stephan Bretagne, profesor de micología molecular en el Instituto Pasteur de París.
¿Cómo se está actuando?
Las autoridades ya son conscientes del uso intensivo de los antifúngicos en la agricultura y se están eliminando gradualmente, como señala en el artículo pero, mientras tanto, se debería actuar con una detección rápida frente a los métodos clásicos que pueden tardar desde días a semanas para actuar lo antes posible con los fármacos.